Lía Crucet, ícono de la música tropical y figura emblemática de la bailanta, murió este jueves en Mar del Plata tras una valiente lucha contra un cáncer broncopulmonar
El mundo de la música tropical y la bailanta despide con profundo pesar a una de sus máximas exponentes. Lía Crucet, conocida como La Reina de la Bailanta, falleció este jueves a los 72 años en un hospital de Mar del Plata, tras una valiente lucha contra un cáncer broncopulmonar. La triste noticia fue confirmada por su hija Karina en diálogo con TN Show, dejando consternados a sus seguidores y colegas del espectáculo.
Nacida como Delia Crucet el 8 de agosto de 1952 en Gerli, Lía se destacó como cantante, actriz y vedette, construyendo una carrera que abarcó teatro, cine y televisión. Durante los años ochenta, brilló en los escenarios junto a figuras icónicas como Nito Artaza, Moria Casán, Alberto Olmedo y Jorge Porcel. Al mismo tiempo, incursionó en el cine picaresco y se convirtió en un rostro habitual de los programas conducidos por Moria Casán.
Fue en esa misma década cuando Crucet consolidó su carrera musical, firmando con el sello discográfico Leader Music. Su primer álbum, Yo no soy abusadora, marcó el inicio de su éxito, seguido por La Movidita, que la posicionó como una de las grandes referentes de la movida tropical con temas como La Güera Salomé y Qué bello.
Lía también dejó su huella en la televisión, siendo recordada por un popular comercial de una multinacional de gaseosas que utilizó su canción Qué voy a hacer con el calor. Además, participó en programas como Pasión de Sábado, Videomatch, Peor es Nada, Almorzando con Mirtha Legrand y el de Susana Giménez.
En 2012, su vida dio un giro al ser diagnosticada con cáncer de útero, enfrentándose a diversas intervenciones quirúrgicas a lo largo de los años. En 2021, su salud se complicó gravemente debido a una neumonía y un accidente doméstico que afectó su cadera, situaciones que la llevaron nuevamente al quirófano en 2022. Aunque logró recuperarse, el último tiempo su estado se deterioró debido al avance del cáncer y las secuelas de sus afecciones previas.
Hoy, la música tropical llora la partida de una artista que dejó una marca imborrable en el género y en el corazón de su público. Su legado, compuesto por alegría, carisma y una voz inconfundible, seguirá vivo en cada rincón donde resuene su música.
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