El coordinador del IPHEM, Alfredo Laplagne, comentó que se piensa implementar un protocolo de emergencia y, de ser necesario, abrir fuera de hora. El tema es preocupante.
El profesional, que además es médico hematólogo, resaltó la importancia de la donación de sangre en el marco del plan de lucha contra el COVID-19, y lo calificó como “un acto de vida. Tenemos muchos protocolos de seguridad, no hay nada librado al azar, es muy importante que donen, necesitamos la ayuda de la población”, dijo.
El funcionario, que participó hoy lunes 27 de abril de la conferencia de prensa interactiva de salud junto a la doctora Mónica Jofré, explicó que la persona concurre con un horario asignado, desde las 07.00 hasta las 12.00 horas, con turnos cada 15 minutos y separados por espacios de más de dos metros. No hay más de dos personas en cada estación. Es un acto muy seguro.
La donación de sangre es una de las acciones más humanitarias que existen. Se considera, junto a la donación de órganos, un acto de tremenda importancia para la vida de los semejantes. Igual que la donación de plaquetas, en San Juan hay pacientes oncológicos, con leucemia, particularmente, que deben recibirlas para mantener una vida saludable.
Sobre a la utilización de plasma de pacientes recuperados de COVID-19 a pacientes que estén cursando la enfermedad, Laplagne dijo: “Estamos trabajando con los protocolos que nos ha enviado Nación para la obtención de plasma. Pero sí es correcto decir que el plasma de los recuperados y de los convalecientes tiene defensas que ayudan a curar al que está enfermo”, sostuvo.
El uso de plasma ya fue utilizado con éxito en esta pandemia, hay por lo menos dos artículos científicos, que si bien tienen un bajo número de pacientes tratados; en todos los casos se recuperaron por completo. Es de destacar que el plasma se utilizo soló en paciente críticos con alto riesgo de muerte.
Actualmente hay muchos protocolos de investigación en el mundo que están tratando de establecer cuál sería la cantidad mínima necesaria de plasma y cuántas las dosis para tratar correctamente a una persona, como así también el mejor momento de hacerlo.
Es por todo esto que la terapia con plasma de convalecientes, es por ahora, el tratamiento más promisorio, a la espera de una vacuna que no tiene fecha cierta de estar terminada.
En cuanto a los grupos sanguíneos que resultan imprescindibles en estos momentos, Alfredo Laplagne señaló a los grupos 0 y A positivos y negativos, “casi con exclusividad” dijo.
La donación de sangre en San Juan cayó mucho en el mes de marzo, repuntó algo en abril, pero, no obstante, de continuar así obligaría al IPHEM a realizar algún protocolo de emergencia. En la actualidad existen niveles mínimos de stock en los hospitales y de ser necesario se implementaría abrir fuera de hora.
Los pacientes curados de coronavirus podrán donar sangre en el futuro. Laplagne dijo que “ya hay una reglamentación nacional e internacional al respecto, que estipula un tiempo de 90 días desde su curación para ser considerado un donante común”.
Es necesario que la población sea consciente de la trascendencia del tema. Donar sangre no solo es donar vida, es entregar un poco de cada persona para el semejante, el que lo necesita. Es dar vida, en vida.
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