Logró recuperarse del Covid-19. Además sostuvo que esta enfermedad la hizo cambiar mucho y que «a partir de hoy ya es otra cosa».
Fue como volver a la vida”, enfatizó Vilma Barrios (40) tras pasar 17 días internada y vencer el coronavirus. La asistente de un geriátrico de CABA y madre de tres chicas, se mostró realmente «muy emocionada» luego de recibir el alta médica este jueves en la Clínica Santa Clara.
La mujer, oriunda de Florencio Varela, cree que contrajo el Covid-19 en un viaje cuando volvía desde el trabajo a su casa. “Calculo que fue viajando porque no tuve contacto con nadie que tuviera la enfermedad. Yo llevaba el tapabocas y el alcohol a todos lados, pero recuerdo que hubo un viaje específicamente, que fue cuando volvía desde el trabajo a casa, que el colectivo estaba repleto, muy lleno. Eso fue hace como un mes”.
Días más tarde, Vilma comenzó con los dolores. “Empecé con dolores de espalda, yo pensé que era por el trabajo, pero después se sumaron más síntomas: me empezaron a picar y a doler los ojos y comencé a tener fuertes dolores cabeza”, precisó.
Y continuó: “Cuando comencé con los síntomas avisé a mi trabajo que no iba a ir porque no me sentía bien. Y me fui directo a la guardia, a una particular de mi barrio, donde me dijeron que tenía broncoespasmo porque tenía dificultad para respirar. Entonces me medicaron y me pusieron en cuarentena. Hasta el día de hoy, todavía no se sabe si tengo broncoespasmo», señaló.
El día 4 de mayo, que ya había terminado los 15 días de cuarentena, seguía con los mismos síntomas más otros nuevos: «sentía mucha fatiga, un dolor de garganta que no se me iba y tenía diarrea», sostuvo. Por este motivo, fue nuevamente a la guardia. Allí, le dijeron que tenía síntomas compatibles con el COVID-19 y la derivaron a la clínica de Santa Clara, donde le dieron positivos los test de coronavirus.
“El momento en que me diagnosticaron el virus fue muy difícil, porque no sabés a lo que te enfrentas y no sabés cómo puede llegar a ser la enfermedad», le remarcó a este medio.
Con respecto a cómo transito la enfermedad, Vilma aseveró que “físicamente fue muy difícil, porque te duele toco el cuerpo, te sentís solo porque no podés estar con nadie y sentís que no podés con tu vida», expresó. Sin embargo, se mostró agradecida porque nunca precisó oxigeno: «Respiración nunca me faltó, gracias a Dios».
Sobre su evolución, comentó que «fue bastante rápida», ya que estuvo desde el 4 de mayo hasta el 21 de este mes internada. «Tuve solo tres días muy difíciles por mucha fatiga y dolor, pero el resto no fue así», apuntó.
En cuanto al momento en que recibió el alta, relató: «Vino a buscarme mi hija, lloramos juntas. Me aplaudieron todos los médicos. La verdad que fue muy emocionante. Yo siento que esto me cambió mucho, a partir de hoy ya es otra cosa. Me dejó la enseñanza de que hay que valorar la vida, los hijos y a toda la familia», concluyó.
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